Santiago. – La Dirección Municipal de la Fuerza del Pueblo deploró que, en medio de las constantes interrupciones del servicio eléctrico, se castigue a los consumidores con aumentos que superan hasta el 100 por ciento de las tarifas habituales. Denuncia que los aumentos desmedidos no solo achican aún más el deteriorado presupuesto de las familias de menores ingresos, sino que mantienen en zozobra a los pequeños y medianos negocios de Santiago y el país.
“Apagones constantes y aumentos que empeoran la calidad de vida de los dominicanos, máxime en esta difícil temporada de calor que vive el país, representan una verdadera tragedia, producto de un supuesto cambio que devolvió a República Dominicana al atraso”, indica la Fuerza del Pueblo.
Señala que las amas de casa, dueñas de salones de belleza, propietarios de pequeños negocios, colmaderos y otros, se desempeñan entre incertidumbre y precariedades porque no saben cómo sobrevivir a las interrupciones de la energía y al pago cada vez más alto por un servicio que no reciben.
“Cada vez con mayor frecuencia recibimos las quejas de esos pequeños comerciantes y amas de casa, a quienes este gobierno les ha hecho imposible mantenerse en pies porque los apagones no dan tregua, mientras el pago de la energía eléctrica se ha convertido en un dolor de cabeza”, afirma.
La Dirección Municipal de la Fuerza del Pueblo exigió del gobierno investigar con seriedad las constantes denuncias sobre irregularidades cometidas en la gerencia de Edenorte con sede en Santiago. “No ha habido ningún interés oficial en investigar los ruidos que ciertas acciones provocan en Edenorte, a pesar de las denuncias con presentación de pruebas como la hecha recientemente por un funcionario del área técnica y que envuelve más de tres millones de peos”, denuncia.
La principal organización opositora del país sostiene que, además del tema eléctrico, los servicios públicos en general han colapsado en los tres años de gobierno del PRM, lo que atribuye a la improvisación y a la falta de capacidad para conducir con aciertos los destinos del país.
Cita la escalada insoportable del precio de la comida y los principales servicios, la baja estrepitosa de la Educación, el deterioro de la salud pública, el precario suministro de agua potable, la falta de libretas de pasaportes, “así como la lamentable desmejora del Metro de Santo Domingo, que por primera vez en 14 años se ve envuelto en una crisis producto del descuido, la mala gerencia y la cancelación de una gran parte de los técnicos dominicanos calificados que se habían formado en Estados Unidos y Europa”.