Desde la mirada crítica y constructivista de la Sociedad Ecológica del Cibao, SOECI, Ayer, 21 y hoy 22 de marzo, conmemoramos el Día Mundial forestal y hoy del agua, dos fechas memorables de importancia capital para la diversidad, el desarrollo y la continuidad de la vida en el planeta tierra.
El agua y el bosque en la Republica Dominicana, generan cada vez mayores preocupaciones porque se reducen, se contaminan y se degradan por encima de su capacidad sostenible. Esto ocurre por descuido gubernamental e indiferencia social, lo cual destruye el patrimonio ambiental ante la mirada indiferente de todos.
En cualquier lugar del mundo, el agua y el bosque deberían ser sagrados, respetados, valorados y protegidos, puesto que constituyen nuestra mayor riqueza natural imprescindible para garantizar la diversidad de la vida y el desarrollo sostenible de los pueblos de las presentes y para las futuras generaciones.
Hoy ambas fechas conmemorativas encuentran a la República Dominicana sumida en una profunda crisis ambiental del agua y el bosque. Actualmente nuestro país arde por doquiera y son talados nuestros bosques de manera irresponsable, incluyendo los manglares y las áreas protegidas, como son los casos del Parque Nacional de Valle Nuevo; Loma Siete Picos, Laguna Saladilla, Diego de Ocampo, Sierra de Bahoruco, Punta Cana, Armando Bermúdez, Reserva de la biosfera de Jaragua, Bahoruco y Enriquillo y Loma Novillero, por sólo mencionar algunos de los más significativos.
Los bosques de varios parques nacionales han sido talados para dar paso a la ganadería, a cultivos de ciclo corto, y en otros casos para plantar aguacates y otros frutos mayores, los cuales erosionan y empobrecen nuestros suelos, y tanto la tierra como el agua terminen precipitadas en el mar, nuestra flora convertida en humo y cenizas, la fauna migrando y con ella se nos va la vida.
El día mundial del agua nos sorprende hoy en medio de una gran amenaza, representada por la pretensión del gobierno y sector privado de querer aprobar a vapor el proyecto de Ley General del Agua, después de tenerla engavetada por casi 20 años, sin que este sea revisado,
económica y social.
actualizado, consensuado y tamizado por los principios de la sostenibilidad ambiental,
Reconocemos la importancia y la necesidad de este proyecto, con el cual estamos de acuerdo en la mayoría de su contenido, objetivos y propósito. Sin embargo, necesitamos un mayor consenso, puesto que, al adentrarnos al espíritu del proyecto de Ley, observamos visos que ocultan la privatización con términos como concesión y derecho real administrativo
enajenan el bien común y niegan el derecho al que no pueda comprarlo.
A eso se suma la acción malvada, que puede calificarse como criminal, realizada por varios poderosos desalmados, que destruyen los ríos, a través de la extracción indiscriminada de agregados, destrucción del bosque de galería ribereña, lo cual sucede en la mayoría de nuestros principales ríos: Yuna, Camú, Yaque del Norte, Amina, Mao, Guayubín, Bajabonico y otros. Ante la mirada indiferente de las autoridades.
Es así como crece la desesperanza y la impotencia en las comunidades nobles al ver que las autoridades correspondientes, no toman las medidas de lugar, no aplican con la debida severidad las leyes contra quienes destruyen. aceleradamente los bosques y contaminan las aguas.
Al ritmo que vamos, por inverosímil que parezca, quizás estemos muy cerca del exterminio del bosque, el agua y la vida, por lo que se hace urgente que actuemos diferente ya no a largo plazo, sino en el corto tiempo, asumiendo con absoluta y plena conciencia, acciones para reducir la amenaza de desolar la tierra y dañar el agua para garantizar la continuidad de la vida en armonía con la naturaleza.
En este día instamos a las autoridades a tomar las necesarias y urgentes medidas preventivas de aplicar las leyes ambientales y el régimen de consecuencias contra los depredadores de nuestros bosques, ríos y montañas, de igual manera conminar a. la población a dejar atrás la indiferencia, a sumarnos a la defensa y conservación de nuestros recursos naturales, asumiendo el compromiso solidario de ayudar a salvar el único planeta donde existe la vida que es aquí y ahora.